Una portada con un error garrafal

Atención, el contenido de este post puede dañar la sensibilidad del lector ya que contiene discusiones maritales. Por la crudeza de las opiniones mostradas rogamos que no lo lean.

Hace unos días, el Spiderman 46 estaba en la cima de mi pila de lectura. Me lo había leído la noche anterior y ahí lo había dejado (sí, la pila mezcla tebeos leídos y sin leer sin orden ni concierto), a la espera de que otro tebeo lo sustituyera.





La portada de la edición española corresponde al Spectacular Spider-man 24. Era una bonita portada, así que no me disgustaba verla ahí, en lo alto. Pero mi señora pasó por delante de aquello, le echó un vistazo rápido y me dijo:

- Esa portada esta mal

Lo dijo casi sin importancia, como si fuera algo evidente, como si yo fuera tonto por no verlo. Por eso contraataque:

- Pero que dices, si es de Greg Land

Seguramente ella no sabe quien es Greg Land (sólo se acuerda de sus dibujantes favoritos, no de los cientos que cualquier aficionado normal tenemos en la cabeza), así que fue una manera sutil de decirla: "Pero qué dices, no tienes ni puta idea". Pero nada, ella siguió encabezonada en que aquello estaba mal, que daba igual que lo hubiera dibujado ese tipo comosellamara. Así que armado de paciencia le pregunté:

- A ver, que es lo que está mal

Y ella me señaló a la chica, a Gwen... perdón, a la hija de Gwen, que no un putón verbenero como su madre... es peor...





Yo ya me estaba empezando a temer por donde podían ir los tiros: o los pechos muy grandes, o la cintura muy estrecha, o cualquier detalle anatómicamente imposible pero agradecido por cualquier lector masculino. Pero yo no veía que es lo que estaba mal hecho, vale, la chica era el típico bombón del bueno de Greg, pero es que este dibujante no suele tener ningún exceso anatómico DEMASIADO importante. Así que volví a preguntar: ¿ Pero qué está mal ?





¡ LOS ZAPATOS ! Resulta que si una mujer fuera llevada por los aires por un hombre araña cualquiera y llevará esos zapatos, los perdería al primer impulso, se le caerían al suelo. ¡ Claro ! ¡ Era tan evidente ! ¿ Cómo podía no haberme dado cuenta ?

A partir de ahí la conversación degeneró en que Greg Land no tenía mujer y si la tenía no le enseñaba sus dibujos, porque de ser así le hubiera señalado inmediatamente el fallo y que todos los dibujantes cometían los mismos errores.

Así que cuidado con enseñarle los tebeos a vuestras parejas, podéis acabar teniendo este tipo de conversaciones.

En el próximo capítulo: Otra discusion marital, como odiar a Humberto Ramos por los zapatones de Impulso, pero como quererlo por Crimson sólo por ser una serie de vampiros.