
Análisis a cargo de
Luís Capote: “La primera viñeta es una alegoría acerca del retiro espiritual y la especulación inmobiliaria que nos azota inmisericorde: es necesario edificar en las más altas cumbres, allí donde se está más cerca del cielo, allí donde sólo llegan unos pocos. La cima no tiene espacio para muchos, así que hay que aprovechar el espacio. El exotismo se remata con una especie de matojos colgantes a lo jardín babilónico, sin duda cultivados a partir de plantas mutantes que crecen frondosamente pese a que en el lugar debe de hacer un frío de bigotes.” (
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