Rucka Central: Media Vida, Mucha Cara

Primera Ley Universal de la Crítica: “La calidad de cualquier tebeo considerado caro se defenderá de forma directamente proporcional al precio pagado”. Esto quiere decir que si te prestan el último Gotham Central se podrá decir libremente que es una caca, un engaño o una maravilla. Sin embargo, cualquiera que haya pagado los 12,95 (de momento, que dicen que el barril de 120 páginas pronto se cotizará a 14) argumentará más allá de lo razonable que ha gastado su dinero en una magnífica historia. La alternativa es haber sido casi estafado, algo que JAMÁS debe admitirse. Y existe otra Ley que dice que los tebeos de Norma no se prestan, que con lo que cuestan no deben dejarse en manos no controladas. Como consecuencia, cada vez que hay novedades de Norma se discuten sus precios pero nunca la calidad del material. Ya que, como vemos, o no se dispone del mismo o jamás se admitirá que se ha tirado el dinero en una mala historia.
Sin embargo sí ha habido voces discordantes ante la última saga de Gotham Central, Media Vida. Está por ver si esto se debe a que mucha gente lo ha seguido en inglés para ahorrar (5 números a 2.5 $) o es que hemos llegado a una situación en la que 12.95 entra dentro de lo que podríamos llamar “precios razonables”. Las críticas contra la saga no se centran, extrañamente, en Michael Lark (cuyo trabajo reclama a gritos un coloreado de Liquid! ¡no se ve nada¡), sino en un tratamiento tramposo de su guionista, Greg Rucka, del meollo de la trama y su resolución. Como si pillara de sorpresa. Los tebeos escritos por Rucka siguen otra ley Universal, la del Mínimo Esfuerzo (lo cual no es necesariamente malo, y menos en Agosto).
Este hombre era escritor de novelas de género negro. Novelas. Muchas páginas. Mucha letra. Cansado de hacer. Hasta que se dio cuenta de que con el nombre hecho podía dedicarse a guionizar tebeos, por lo que cobraba algo menos pero trabajaba infinitamente menos. Sobre todo con el culto al paperback “no cuentes tu historia en dos números si puede ocupar cinco, así la recopilamos” y la nueva tendencia del “decompressed storytelling” (importancia de los silencios y cosas así...el caso es que los tebeos se leen en un pispás). En este sentido Rucka puede ser una amalgama de las cualidades de dos puntales del comic-book actual: Jeph Loeb y BM Bendis. Sus tramas de género noir (que es “negro” pero en culto) estiradas (perdón, “descomprimidas”) podrían achacarse a un Bendis que no ha colocado todavía los globos de diálogo, pero la velocidad de lectura y disposición clásica de las viñetas corresponden a un Loeb redactando un domingo por la tarde los cuatro guiones que debe entregar al día siguiente, pero sin buscar por Internet discursos de presidentes. Así, la resolución de Media Vida no tiene nada que envidiar a otras como El Largo Halloween, Torso o Powers.
Currículum de Rucka y triunfos en su haber. Ayudó a cerrar prematuramente la serie de Elektra en nuestro país. Ultimate Daredevil & Elektra, o como usar un tomo para no contar nada. Felon, la serie que Top Cow no quiso financiar el color del cuarto número (si es que correspondía a la misma historia que los tres anteriores, que de Felon se podría hablar mucho). Una aventura que se corre (con perdón) la pamelandersónica nueva Viuda Negra en un club de alterne soviético en la línea MAX, mucha introspección y todo eso. Y, bueno, otras cosas para DC, pero ya hemos dicho arriba que el material de Norma no puede nunca juzgarse objetivamente. Y menos si sacan sus episodios de Detective Comics con los fotolitos de color mareados (¿"efecto artístico"? ¡ja!).
Visto así, el mayor triunfo de Rucka ha sido saber hacerse un nombre. Primero por proceder de fuera de los tebeos cuando eso estaba bien visto, y segundo por saber juntarse con otro escritor de culto y características similares, Ed Brubaker, hasta que el fandom les confunda. Si uno escribe noir, el otro también, si uno hace Batman, el otro también, y si pueden juntarse o turnarse para escribir Gotham Central, mejor que mejor. Ante la duda de si el bueno era Rucka o Brubaker, lo prudente es comprar las obras de ambos. Así se explica que haya cogido suficiente familla como para escribir Lobezno, lo que ya es primera división. Y esto le reportará nombre suficiente para seguir vendiendo sus otras cosas.
Es un círculo vicioso. La pescadilla que se muerde la cola. Cochina.
<< Home